TRES GENERACIONES:
Nuestra Historia desde 1954:
Transcurrían los años 40, años de la postguerra, años difíciles cuando los hermanos Romero Candelario regentaban una gran finca de unas 100 Hectáreas de cultivos diversos. En la finca, un gran cortijo con una pequeña bodega para servir de vino a los pueblos próximos.
Pero es en 1951 cuando Leandro Romero decide trasladarse a la pedanía de El Raposo y comenzar su andadura en solitario. En estos años de dificultades y estrecheces, Leandro decide comenzar la construcción de una pequeña bodega de unos 30.000 litros para elaborar el vino que serviría en su bar de El Raposo, pero esto no fue fácil , pues no disponía de dinero para ello. Pero Leandro era un hombre afable y cordial y disponía de muy buenos amigos que le dejaron el dinero e hizo posible que se construyera la nave para albergar los primeros depósitos. Con esto, Leandro elabora su primera cosecha, allá por el año 1954. Sus primeros vinos son vendidos exclusivamente en su bar, pero la calidad de estos y su buen hacer consigue que los vinos de El Raposo cojan gran fama y aumente su demanda por lo que Leandro no tubo más remedio que ir ampliando. Y sin apenas infraestructura comercial llega a elaborar hasta los 120.000 litros.
Su hijo, Juan, sigue con la tradición y la calidad de los vinos. La demanda sigue aumentando y en el año 1975 construye una nueva bodega con la tecnología punta de la época que duplica los 120.000 de la primera bodega. Con lo que se aproxima a los 250.000 litros de capacidad que en la actualidad la empresa comercializa.
Hoy la bodega sigue manteniéndose en manos de nuestra familia, constituyendo una pequeña empresa familiar.
Al igual que su fundador, nuestra única meta es conseguir el mejor producto, prevaleciendo siempre por encima de todo la calidad de nuestros vinos. Por ello nuestras producciones son propias y limitadas, ya que consideramos que esta es la única forma de poder controlar al máximo la calidad de nuestros vinos.
Nos enorgullecemos de poseer una de las Bodegas Familiares con más tradición de nuestra región siendo catalogada como una de las más importantes por el ejemplar hacer de su equipo y prestigio y calidad de sus vinos. No perseguimos en modo alguno la masificación de nuestros vinos y apostamos firmemente por mantener nuestra tradición.
Frente a las agresivas campañas publicitarias que otras Bodegas realizan para comercializar sus productos, en Bodegas Romero, nos limitamos a invertir nuestros beneficios en mejorar e investigar para aumentar la calidad de nuestros productos.
Nuestro afán por la calidad nos ha llevado en los últimos años a realizar fuertes inversiones en tecnología y controlar exhaustivamente nuestros viñedos, pues consideramos que un gran vino nace en la vid. Esto unido a la experiencia de más de 50 años da como resultado unas gamas de vinos diferentes y exclusivos, solicitadas ya por consumidores nacionales y extranjeros.